martes, 16 de junio de 2009

Entrevista a Gonzalo

El baterista Gonzalo del Val debuta con "Seis Cuentos Musicales" (Free Code) en el que se adentra en el mundo de las imágenes del cineasta francés Eric Rohmer musicando las sensaciones que en él producen las imágenes vertidas por el director en sus “Cuentos Morales”

Seis obras rodadas entre 1962 y 1972, que abarcan desde el cortometraje “La Boulangere de Monceau” hasta los cuatro conocidos largometrajes “Ma Nuit Chez Maud”, “la Collectionneuse”, “Le Genou de Claire” y “L’Amour L’Apres Midi” pasando por el mediometraje “La Carriere de Suzanne”. Gonzalo del Val, que no se ha puesto en contacto con el cineasta para conocer su opinión, no ha querido poner música a las películas de Rohmer; que como es conocido por los cinéfilos no pone música a sus producciones, pues para él lo importante “era que la música dijera algo por sí misma”.

Para su debut como líder de sus propias formaciones ha elegido el cine de Rohmer. ¿Por qué esta arriesgada elección?
No sé si es arriesgado o no, pero esta elección se debe exclusivamente a que me considero un seguidor de su cine.

¿Por qué estas películas y no otras?
Por dos razones; la primera ya la mencioné en la pregunta anterior, y es que eran las películas que más me gustaban de este director y que más cosas me sugerían. Y la segunda era que las seis películas en cuestión, eran seis cuentos con una línea argumental muy clara y concisa; el autor quiso tratar seis problemas “morales” en orden y con una continuidad. Por ello me parecía perfecto para el proyecto que no fueran seis películas elegidas al azar, sino que ellas por sí solas ya tenían una coherencia interna por lo que quizás a la hora de reflejarse en música, la línea conceptual del proyecto se mantuviese.

¿Cuál fue su mayor reto al enfrentarse a componer la música?
En principio lo que sí tenía claro, era que la música que estaba componiendo iba a ser para cuarteto. Siempre me imaginé este proyecto con el formato de trío de piano más saxo, así que esta era la primera idea con la que trabajaba. Luego la verdad es que lo único que me importaba, era que la música dijera algo por sí misma.

Rohmer trabaja mucho sus películas, hasta el último detalle ¿en su música también hay este afán de control, con todo muy escrito, o ha dejado espacio a la improvisación?
En la música que finalmente se grabó en el disco hay muchísimas modificaciones con respecto a la idea original mía. Eso es debido a que he tenido la suerte de poder realizar unos cuantos ensayos y conciertos antes de registrarlo, así que siempre supeditaba toda mi idea original a lo que sucedía en los diferentes conciertos. Incluso en el mismo estudio de grabación se realizaron cambios en los temas.

Según las notas del disco, no ha hablado con Rohmer, un director que no pone música a sus películas. ¿Tiene intención de presentarle su proyecto? ¿Qué cree que le puede parecer?
Como ya sabes, en el disco interviene Albert Marquès, un pianista de aquí de Barcelona que en la actualidad vive en París. Creo que a través de él, llegará el disco a la productora de Rohmer; aunque en principio yo no tenía intención de presentárselo. Si acaso le llega, la verdad, no sé qué le parecerá el disco…me temo lo peor…jejeje

Muchos espectadores odian el cine de Rohmer, ¿Qué encontró usted en él para llevar adelante este proyecto?
Como ya digo en el disco, a parte de que su cine me provocó siempre grandes emociones, la idea de no tener música en las películas, me incitó de alguna manera a empezar mi pequeño “homenaje” musical.

En “La noche se mueve” de Arthur Penn, en un momento de la película Gene Hackamn dice del cine de Rohmer, que es “como ver crecer a las margaritas”. ¿Su música serviría para algo similar?, en todo caso; ¿cuál es el objetivo final de su música?
Jejejeje…Eso lo tendrá que decir el oyente del disco. Espero, como ya te dije antes, que la música hable por sí misma.

Si como dice Glòria Salvadó en el libreto; “los relatos de Rohmer se erigen como un elaborado discurso sobre la verdad y la mentira, sobre lo visible y lo invisible”. ¿Este disco podría interpretarse de la misma manera?
En absoluto; los relatos de Rohmer me han servido de fuente de inspiración para componer, pero eso no significa que lo que se pueda interpretar de estos, se ponga de manifiesto en la música del disco.

En las notas del disco que escribe usted, da la impresión de que este es un disco muy conceptual. ¿Esta de acuerdo con esta apreciación?
La verdad es que no lo había pensado. Supongo que al haber realizado un disco que conecta directamente con otro arte como el cine, y que además, el protagonista sea un director del calibre de Eric Rohmer, puede hacer pensar en ello.

Permítame la pedantería, pero en términos kantianos; ¿ha sometido la imaginación creadora al entendimiento legislativo a la hora se sentarse a componer?
Uf, Esa tiene miga…En realidad a la hora de sentarme a componer, a lo único que me sometí fue a mis sentimientos, y por supuesto a mis limitaciones.

Es baterista, pero ¿a la hora de componer con que instrumento lo hace y por qué?
Todo lo que compongo es a partir del piano. Es el único instrumento armónico que me manejo con cierta soltura y el que me parece que ayuda mucho a la hora de este trabajo.

¿Tuvo que explicar mucho lo que quería a sus músicos? ¿necesitaron muchas tomas para conseguir el resultado final?
Por suerte he podido tocar estos temas y finalmente grabarlos con unos músicos extraordinarios. No hacia falta muchas explicaciones para obtener un resultado musicalmente cercano a lo que yo quería. Incluso dentro del estudio no se realizaron muchas tomas de cada tema. Grabé dos días seguidos en el mismo estudio, con la curiosidad de que cada día lo hizo un cuarteto diferente.

Los bateristas no suelen ser los líderes de las formaciones en las que tocan y aún menos grabar discos propios. ¿Cómo surgió la posibilidad de grabar este álbum?
No estoy del todo de acuerdo con la premisa de la pregunta. Los discos que más me han influenciado además de ser considerados como grandes de esta música, han sido liderados por baterías.. Viene a mi memoria los discos de “Papa” Jo Jones y su trío, del gran Art Blakey y Jazz Messengers, también las grabaciones de Max Roach a su nombre; y sin duda uno de los baterías que más me han marcado, Roy Haynes en las grabaciones con Phineas Newborn. Ya en el terreno actual hay muchos baterías líderes de proyectos como Clarence Penn, Gerald Cleaver, Ari Hoenig…y dentro del panorama nacional hay unos trabajos increíbles como los de Marc Miralta, David Xirgu o Guillermo McGill.
En cuanto a la posibilidad de grabar el proyecto surgió después de presentarlo como proyecto final de carrera en el Conservatorio del Liceo de Barcelona. Después de unos cuantos conciertos pensé que valdría la pena registrarlo porque el resultado me satisfacía, después la discográfica FreeCode se interesó por el trabajo.

Este es el segundo disco que lleva su firma tras “Symploké” en el 2006 en compañía de Miguel Fernández-Vallejo. Pero, ¿podría decirse que este, en tanto firmado por usted sólo, es su debut musical?
Por supuesto. Este es sin duda mi primer disco como líder. Todo lo que hay en él ha sido pensado y hecho por mí. Desde la música hasta el formato, la temática etc.

Es un baterista muy solicitado, ¿De donde va a sacar tiempo para presentar su nuevo disco?
Pues espero que de donde sea. La verdad es que ahora tengo la suerte de acompañar a muchos músicos con diferentes proyectos, y espero no dejar de hacerlo nunca ya que con ello también uno se enriquece a la hora afrontar un trabajo como este que presento.

José Manuel Pérez Rey
Revista "VARIACIONES"