viernes, 29 de diciembre de 2006

The Godfather of Soul

Ha muerto James Brown
El Padrino del Soul y del Funky
• El músico ganó tres Grammys y fraguó su leyenda en los 60 y 70, conoció también la amargura de las drogas y la cárcel y murió en Atlanta la pasada Nochebuena de una neumonía, a los 73 años de edad. Harlem le despidió como a un faraón.
• Logró vender más de 500 millones de discos de los 50 álbumes que grabó a lo largo de su carrera y realizó más de 300 conciertos.


Miles de admiradores del cantante James Brown se congregaron el pasado día de Navidad en el barrio neoyorquino de Harlem para despedir al “Padrino del Soul”, muerto repentinamente en Nochebuena. A su velatorio llegó gente de todas partes de Nueva York y de Estados Unidos, una muchedumbre que colapsó la calle 125 Oeste de Manhattan buscando dar su último adiós al mito, que fue trasladado en una carroza blanca tirada por caballos hasta ese templo celestial de la música que es el teatro Apollo, en cuyo interior se expuso su féretro en una especie de pira funeraria para honrar al más grande. Todos lloraban la muerte del ídolo, y las lágrimas de sus fans se transformaron en su música, que sacudió todo Harlem desde las radios de los coches y los establecimientos comerciales. No hay mejor forma de celebrarlo ni mejor homenaje que ofrecer a un muerto que despedirle bailando con su música a toda pastilla. Su última aparición pública se produjo el pasado jueves 21 de diciembre, para entregar los regalos anuales a los chicos internados en un hospital de Augusta, Georgia –el músico estaba comprometido con todo tipo de causas benéficas–. El sábado fue a su dentista, quien le dijo que algo iba mal y lo remitió de inmediato al hospital Hospital Emory Crawford Long de Atlanta, donde murió al día siguiente de una neumonía.

El Apollo, su casa de toda la vida
Inaugurado en 1913 como teatro de variedades, el Apollo se transformó en teatro de vaudeville en 1934 y, aunque los propietarios eran blancos, se convirtió en un teatro para negros, el escenario por antonomasia de los artistas más innovadores, que resistió los terremotos de talentos de cientos de estrellas de nuestro tiempo como Aretha Franklin y el mismísimo James Brown, y de figuras míticas, entre las que se cuentan cantantes de Blues como Billie Holliday y Dinah Washington, y reyes del Bebop como Charlie Parker y Dizzie Gillespie. Artistas blancos inspirados por la música negra, como Elvis Presley, los Beatles o los Rolling Stones también se acercaron al Apollo más de una vez para inspirarse en su misma fuente. El Apollo se debió derrumbar unas cuantas veces, en cada ocasión en que James Brown tocó en ese mítico teatro, que fue “su casa” toda la vida, donde ofreció recitales históricos, como el del 24 de octubre de 1962 cuyo resultado sería el lanzamiento del gran disco “Live at the Apollo”, y que también ha sido ahora su capilla ardiente en la que todo Harlem ha despedido, como a un faraón, a míster Dinamita, célebre por su voz imponente que aflojaba los tornillos de las butacas y sus frenéticos movimientos que hacían saltar las tablas del escenario.

Entregado en cuerpo y alma a la música
Su carrera musical comenzó con el grupo de góspel Starlighters, que transformó en The Famous Flames. Tras la publicación de “Please Please Please” en 1955, que tuvo una notoria repercusión, llegaría el primer número uno en 1958: “Try me”, seguido de temas como “Papa's Got a Brand New Bag”, “I Got You (I Feel Good)”, “Get Up (I Feel Like Being a Sex Machine)” y “I'am Black and I'm Proud”. Tras el “Live at the Apollo” comenzarían a acumularse los éxitos en su carrera, con títulos como “I’ll Go Crazy”, “Thing” y “Prisioner of love”. Tras separarse del grupo con el que se dio a conocer, James Brown comenzó a actuar en solitario, consiguiendo nuevos éxitos: “The Payback”, “It's a man's, man's, man's world”, “My Thang”, “Gravity”, “Papa don't take no mess”... En sus escarceos con el cine, participó en 1980 en la película “The Blues Brothers”, junto a John Belushi y Dan Ayrkroid. En 1992 recibió el premio Grammy al mérito que otorga la American Music Awards, que unió a los otros dos conseguidos en 1965 y 1987. Tuvo 94 éxitos en las famosas listas de la revista Billboard, 119 temas estuvieron en listas de éxitos y hacia el final de su carrera se contabiliza un repertorio total de 800 canciones, de las que sólo una alcanzó a estar entre las diez más escuchadas del Reino Unido: “Living in America”, que alcanzó la quinta posición en 1986, año en que ingresó en el Salón de la Fama del Rock. A lo largo de su carrera logró vender más de 500 millones de discos de los 50 álbumes que grabó y realizó más de 300 conciertos en sus años buenos. Cada uno de los que grabó entre 1960 y 1977 estuvo siempre situado entre los cien principales éxitos del año. El rey del soul era incansable y buscaba siempre el momento adecuado para grabar: muchos de sus mas grandes clásicos se hicieron en la carretera, entre actuación y actuación. No podía ser de otra manera. Brown se había ganado a pulso el título de “el trabajador más duro del mundo del espectáculo” debido a la intensidad de sus actuaciones y el número de conciertos.
De no haber sido por el color de su piel hoy sería considerado el cantante más importante del siglo XX.

P. Fajardo